El dólar como la rana hervida: tres años de deterioro sin reacción
- Yonnatan Santos Preste
- 27 jun
- 2 Min. de lectura

Si una rana salta a una olla con agua hirviendo, saldrá de inmediato. Pero si se la coloca en agua fría y se calienta lentamente, se quedará quieta hasta que sea tarde.Así se siente hoy el campo uruguayo.
La metáfora no es menor. La utiliza la Federación Rural para describir una situación que, aunque silenciosa, viene dejando huella: el atraso cambiario sostenido, que ya acumula más de tres años y ha costado al sector más de mil millones de dólares.
Un problema estructural, no coyuntural
La raíz del problema no es nueva. Se trata de una distorsión estructural de la economía uruguaya, que se disimula por momentos con subas en los precios internacionales o flujos puntuales de inversión amparados en exoneraciones. Pero el productor agropecuario, que no accede a esos beneficios, paga el precio completo del tipo de cambio atrasado.
Entre 2011 y 2021, la relación entre el dólar y la Unidad Indexada (UI) mostró cierta estabilidad, con ciclos que, en el mediano plazo, tendían a compensarse. Sin embargo, ese equilibrio se rompió a partir de 2022. Desde entonces, la caída de la relación Dólar/UI ha sido constante y sin correcciones, reflejando un deterioro que golpea directamente la rentabilidad del agro exportador.
Un sobrecosto de USD 1.000 millones… y contando
Según estimaciones de la Federación Rural, el sobrecosto asumido por los productores ganaderos en estos tres años supera los USD 1.000 millones. Esta cifra no contempla aumentos como el +13% en dólares de las tarifas portuarias en agosto de 2023, ni otros costos internos que también se pagan en divisas.
El desvío cambiario representa un costo anual promedio de más de USD 350 millones, y equivale a USD 180 por cabeza producida. Solo en 2024, el costo por desvío de tipo de cambio fue de USD 410 millones, tomando como base el precio del ganado y el volumen de faena.
Año | Costo por desvío cambiario |
2022 | USD 266.946.314 |
2023 | USD 386.183.991 |
2024 | USD 410.144.050 |
Total | USD 1.063.320.450 |
Golpe doble: baja del dólar y caída de precios
A este deterioro del tipo de cambio se suma un segundo factor: la baja de los precios internacionales. En soja, por ejemplo, la cotización pasó de 501 USD/tonelada en enero de 2022 a 361 USD/tonelada en junio de 2025, lo que implica una caída del 28%.
El efecto combinado de estos dos factores —menos dólares por tonelada exportada y más dólares necesarios para operar internamente— representa una pérdida real del 42% para el productor.
Más deuda, menos oxígeno
El deterioro financiero no se detiene allí. Según los datos presentados, el endeudamiento promedio del sector ganadero pasó de USD 670 millones (entre 2014 y 2021) a USD 1.104 millones en el último trienio. Esto refleja una situación límite, donde el financiamiento suple lo que el tipo de cambio quita.
Conclusión: el agua ya está hirviendo
La Federación Rural sostiene que es hora de reaccionar. La metáfora de la rana hervida funciona como advertencia: si no se actúa con rapidez, el daño podría volverse irreversible.
Por eso, la gremial propone una gestión del mercado de cambios más predecible, transparente y cuidadosa, y reclama políticas compensatorias y regulatorias que ayuden a recuperar la competitividad perdida.En juego no está solo la rentabilidad del agro, sino la sostenibilidad de toda la cadena productiva nacional.
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