Por Alfredo Lago para El Campo
Gracias Yonnatan por invitarme a opinar en el portal.
Como primer columna voy a refirme básicamente a mi sector, el arrocero, particularmente al momento del año y la actividad que estamos desarrollando ahora.
Como en todo el hemisferio sur, los cultivos de verano generan la recolección de los granos en esta época del año. Por ello, este es el mejor momento del cultivador: la cosecha.
Es el momento de valorar a más de un año de trabajo y dedicación. Como impactó nuestra gestión en los costos, en los kilos producidos y desde este año, al tomar posición individualmente sobre el valor de una parte de nuestra producción, a razón de los cambios incluidos en los contratos que vinculan al productor con su industria.
Y como es época de cosecha, la Asociación Cultivadores de Arroz realizó el pasado 8 de marzo en Pueblo Del Barro, Tacuarembó, la inauguración oficial de la cosecha de arroz, siendo anfitrión el Ing. Agr. Ernesto Aguirre. Esta fue la vigesimocuarta edición del acto público mas relevante del sector y de nuestra asociación. Fue una verdadera fiesta del arroz, con una importante presencia de productores, colaboradores, técnicos, empresas vinculadas al sector, jerarcas de todos los niveles de gobierno, legisladores, actores políticos, precandidatos, es muy probable que el futuro presidente del país estuvo allí presente, en fin, mucha gente que fue a compartir un grato momento con la cadena arrocera, superando nuestras estimaciones en cuanto a presencias. Quiero valorar y agradecer la presencia del Pte. Dr. Luis Lacalle Pou, que ha estado presente en todas las inauguraciones de su periodo de gobierno, por ahora el único con 100% de participación. Solo como dato, este evento la ACA lo realiza desde el 1997.
En cuanto a los resultados productivos de esta zafra que estamos cosechando, la 23/24, son algo menores a los rendimientos de la pasada. Igualmente, al estar transitando un año climáticamente bajo el fenómeno “El Niño”, donde la oferta ambiental no es la ideal, con menos radiación solar y temperatura promedio, de mayor régimen pluviométrico, sabemos con esto, que el potencial del arroz disminuye, si sumamos a episodios climáticos extremos que ocurren con más frecuencia, lluvias y vientos fuertes, y cuando estas situaciones se dan en momento de cosecha, la misma se complejiza y se enlentece, generando la imposibilidad de levantar todos los granos que la planta produjo. De hecho, este año ya tenemos retraso en el avance de cosecha, tanto si lo comparamos con años anteriores, como si lo evaluamos con la madurez del cultivo.
Si proyectamos la productividad de este año en una serie de zafras más allá de las ultimas 3, veremos que mantenemos incremento sostenido de nuestros resultados productivos. Logrando, además, generar la mayor resiliencia del cultivo en años con clima adverso como el de esta campaña, si lo comparamos con nuestros colegas arroceros del Mercosur.
Ahora nada es casualidad, a la experticia y dedicación de los cultivadores, debemos destacar la institucionalidad desarrollada por la cadena arrocera a través del encadenamiento generado por el propio sector, no solo vertical, entre productores e industria, como tambien horizontal, desde la propia cadena, con las demás instituciones públicas y privadas que inciden en la actividad agroindustrial.
Porque nuestros indicadores en producción, en calidad, en arroz resiliente, en inocuidad, de que nuestras principales variedades de cultivo son cruzamientos y mejoramiento genético local, es consecuencia de la promoción del propio sector para lograr una investigación nacional, tan es así que cumplimos 43 años de la firma del “Acuerdo Arrocero”, entre el sector privado (ACA y GMA) con el MGAP para potenciar la Estación Experimental del Este. Esta investigación local, ha sido llevada adelante por un gran equipo de profesionales dedicados y comprometidos con la producción, hoy, en el Programa de Arroz del INIA. Siendo, además y de relevancia, el sector de la producción nacional, que más aplica la innovación tecnológica que origina el instituto desde la sede en Villa Sara, Treinta y Tres, como lo realizado tambien en Tacuarembó y demás apoyos desde otras estaciones en varios puntos del país. Tanto es que el Mejoramiento Genético del programa, es ejemplo en el mundo.
En esa misma línea, ha sido tambien importante la participación de Uruguay a través del INIA y ACA en el Fondo Latinoamericano de Arroz de Riego (FLAR), consorcio que en sus 29 años ha sido de gran impacto en la producción arrocera de las Américas y el Caribe, beneficiando a productores y consumidores de esta región. Al respecto, luego de 3 años vinculado como autoridad del Comité Administrativo del FLAR, el pasado 12 de abril, terminé mi periodo en la presidencia de dicha institución.
Pero hay otros factores que inciden en nuestra ecuación económica, los endógenos.
Transitamos una vez más, un momento de gran atraso cambiario, de los mayores sin dudas. Recurrente recurso que utilizan los gobiernos para encubrir problemas estructurales que no enfrentan, como el déficit fiscal, la falta de eficiencia en la administración pública y la realización de las reformas estructurales de imperiosa necesidad, entre otras más. Por supuesto que los equipos económicos de todos los gobiernos que han llevado adelante estas medidas que inciden en el valor del dólar afectando así la competitividad de los sectores productivos y/o exportadores, saben perfectamente el daño que nos causan, pero igual lo hacen, creo que abusando de las bondades del sector primario uruguayo. Hoy coinciden, economistas y casi todos los actores políticos, estos últimos, en zafra electoral, de que el Uruguay debe crecer bastante más que el módico 1% promedio de la ultima década. Pero no hay dudas que esto solo será posible si colocamos el valor del dólar en su justo equilibrio. El crecimiento del país viene por mas exportaciones y que estas, sean con mas agregado de valor, nada de esto ocurrirá con atraso cambiario.
Sobre los factores exógenos. Afortunadamente el momento del mercado es favorable. Por tercer año consecutivo el mundo consume más arroz del que el propio mundo ha producido en este periodo, sumado a restricciones impuestas a sus exportaciones en la India, país responsable hasta el 2023 en 40% del volumen total comercializado entre países, si bien solo el 10% de la producción global sale de fronteras, la mayoría, el 90%, es consumo interno. Lo que ha generado fuerte demanda en el comercio internacional, que resulta en precios fortalecidos. Seguramente esta situación se mantenga en el periodo de comercialización de esta zafra, dado que la región tambien tiene una producción muy ajustada con el consumo, lo que mantendría un buen flujo de negocios para todo el 2024, lo que serían buenas oportunidades para la cadena arrocera uruguaya.
Por todo esto, es un buen momento para el arroz del Uruguay.
Comments